Entregarnos solos
Desde que te dije ven
Tus brazos se convirtieron en mi edén
La amargura en mi corazón sabía a miel
Por tu tierna sonrisa de mujer…
Tu rostro pálido y enmudecido
Mis dedos desde tu cabeza hasta el ombligo
Los corazones y su latir melodioso
Sudor mojando vuestro rostro…
Dulce noche, que apenas deja verte
Sentir, tocar, besar y así excitarte
A ti, mi diosa que guarda en mi cama
Haremos historia, bajo la sabana…
Esa sensación de que nos miran
Las ropas se esfuman, el cuerpo se agita
Tu cuello y tu pecho me invitan a probarlos
Mi espalda esta rodeada por tus manos…
Cuerpos calientes que podrían fundir el sol
Miradas y caricias llenas de amor
Suspiros que dicen más que mil palabras
Tranquila, que las horas son largas…
Yo, tu poeta bohemio
Tú, el ángel, de este sueño
Yo el artista del museo
Tu la musa, la inspiración y mi deseo…
Ven rasga mi piel, prueba mi sangre
Apaga la luz, comienza a besarme
Hagámoslo como si muriéramos hoy
Que nada te importe excepto yo…
Consumida por la transpiración
Déjame llevarte mas halla de las estrellas
Con el máximo placer en mi habitación
Tu cuerpo llevara mis huellas…
Sediento por el néctar de tu belleza
Probare de ti, de pies, a cabeza
Tengo el amor, la ternura y sutileza
Para hacer inolvidable, esta noche, princesa…
Siente como tu respiración desvanece
Tus manos a mi corazón enloquecen
Y así poco a poco el silencio estremece
Mientras tu piel y la mía, listas para unirse…
Puedes marcharte al terminar
Irónicamente decir, no estuvo mal
Puedes incluso no volverme a mirar
Pero jamás, este poeta, te dejara de amar…
Como todo un caballero olvidare lo ocurrido
Dejaremos que nos guie el destino
Mientas en estas letras te digo
Musa, que aun no te olvido.

Inspirado en un mensaje de texto, recibido el 09-08-12 a las 12:49:20 am y en la Canción “Manual de lo prohibido” de Raúl Órnelas